Antes de reciclar, reducir para no contaminar

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México pretende reducir la cantidad de desechos que genera debido a que se producen diariamente más de 100 mil toneladas de basura doméstica que equivalen a cerca de 37 millones de toneladas anuales de residuos sólidos urbanos los cuales se vierten en rellenos sanitarios, basurales o vertederos.

La gestión de residuos se ha centrado en eliminarlos pero solo son llevados a tiraderos, rellenos sanitarios e incineradores sin resolver el problema y generando daños a la salud de las personas, además de afectar al medio ambiente, pues los residuos al descomponerse emiten gases y otras sustancias peligrosas. Estos métodos de disposición de la basura, al igual que la incineración, ocasionan contaminación ambiental en aire, suelo y agua.

Minimizar la cantidad de basura significa menos contaminación y ahorrar en costos. Al reducir se previene la contaminación, gastos en reciclaje y tratamiento de desechos. La mejor forma de proteger el medio ambiente es evitar la generación de residuos.

¿Cómo evitar la generación de residuos?

Desde la década de los 80′ se comenzó a hablar sobre políticas de reciclaje total o basura cero, hasta que años más tarde se instauraron políticas formales, siendo Canberra, en Australia, la primera ciudad que se planteó tener ningún desecho. Luego más lugares del mundo se sumaron al igual que algunas empresas.

El de “las 3 Rs” es un método bastante conocido para concientizar sobre la gestión de los desechos y su impacto en el medio ambiente, pero “Basura Cero plantea una solución global de principio a fin del proceso de fabricación de los productos.

Esta política de reducción se centra no solo en el tratamiento para reciclar componentes y recuperar materia orgánica; sino también en diseñar los productos para alargar su vida útil y hacer que sean elaborados con insumos biodegradables. Es un cambio en el sistema industrial con el fin de reducir la generación de residuos y recuperar los materiales en vez de eliminarlos.

reciclar

Basura Cero implica:

  • Minimizar la generación de residuos
  • Maximizar el reuso y reciclaje de los desechos
  • Eliminar el uso de sustancias tóxicas en los productos, envases y embalajes
  • Reducir progresivamente la producción, el enterramiento en basurales y vertederos y la incineración de residuos.

La clave para poder reducir los desechos, es cambiar el sistema lineal de extracción, producción, distribución, consumo y descarte, y generar un sistema cíclico en el que los residuos puedan ser aprovechados mediante reutilización, compostaje y biodigestión.

Es decir, que toda la basura que se produzca pueda ser recuperada y reinsertada en la cadena de producción. Para lograr esto, se necesita estar consciente de los hábitos de consumo de la población, se deben fijar metas de reducción en la generación de residuos a corto, mediano y largo plazo, y, por otra parte, comprometer e involucrar a productores, comerciantes y comercializadores para que rediseñen sus productos y cambien tipos de embalajes, además de fortalecer los programas de reciclaje y separación de residuos.

Algunas sugerencias para reducir la cantidad de residuos son:

  • Evitar envoltorios de cartón o papel. Los envases de vidrio son los menos dañinos
  • No imprimir en demasía, muchos documentos pueden ser visualizados en pantalla al igual que reciclar papel para imprimir
  • Valorar la actualización de electrónicos
  • Evitar empaques de unicel
  • Reutilizar productos como papel aluminio
  • Emplear detergentes amigables con el ambiente
  • Infórmate y calcula bien la cantidad que necesitas, evitarás derrochar y generar residuos innecesarios
  • Tratar de evitar los aerosoles
  • Utilizar baterías recargables
  • Generar presupuestos y analizar opciones de tamaños y duración de los productos
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